Palabras y Lenguaje


Los pacientes afásicos incorporan generalmente los elementos del lenguaje en un orden específico: primero sustantivos, luego verbos, luego adjetivos calificativos y finalmente adverbios, artículos, preposiciones y conjunciones. Muchos pacientes se quejan porque pueden leer, escribir y decir todo menos “esas palabritas”. Es fácil de comprender que así sea ya que “esas palabritas” son generalmente preposiciones, conjunciones y artículos, precisamente las más difíciles para la persona afásica y las últimas que reaprende a usar. Para el afásico suele ser más fácil aprender primero los sustantivos porque a menudo designan cosas que pueden ver, sentir u oir. Palabras como libro, mesa, radio y teléfono son más específicas y reales para el enfermo afásico que palabras como eso, pero, incluso, de, para, etc.   


Palabras La selección de cada palabra para estimular en un paciente afásico en las primeras etapas de su rehabilitación, debe estar regida por los siguientes criterios:
 ¿Qué importancia tendrá esa palabra para el paciente?.

  • La palabra debe tener aplicación para su situación inmediata (generalmente hogar u hospital) y para sus necesidades más esenciales (comer, ir al baño, levantarse por la mañana, etc.). Por ejemplo, al paciente le será sin duda mucho más útil conocer la palabra cama que las palabras cristal o pendiente.  
  • ¿Hasta qué punto será esta palabra específica o real para el paciente? Como se mencionó en la respuesta a la pregunta anterior, el paciente afásico encuentra mucho más fácil aprender los nombre de cosas que puede ver, sentir u oír. La palabra mano, por ejemplo, es más fácil de aprender para el enfermo afásico que la palabra miedo. Aunque las palabras comida y ropa aparecen bien escogidas, es probable que no deban incluirse entre las primeras aprendidas. Ambas son sustantivos colectivos, y los afásicos tienen considerable dificultad, en las primeras etapas, para absorber el concepto de categorías. 
  • ¿Con qué frecuencia se usa la palabra en la comunicación diaria? Sería mejor, por ejemplo, elegir la palabra diario que la palabra periódico. Aunque significan más o menos lo mismo, la primera es de uso más frecuente.
Aplicando estos criterios, una lista práctica y típica de 25 palabras para comenzar con un paciente afásico podría incluir las siguientes: cama, silla, baño, agua, café, dinero, reloj, televisión, teléfono, doctor, zapato, auto, boca, llaves, jabón, mano, pierna, mesa, cepillo de dientes, hombre, sandwich, casa, cigarrillo, hoy. Por supuesto, la lista varía de un paciente a otro. La palabra cigarrillo, por ejemplo, no sería probablemente importante para un no fumador. Cuando el paciente haya adquirido un pequeño vocabulario de uso diario y común, debe enseñársele el contenido de una lista más individualizada que incluirá palabras de interés especial para el paciente en particular debido a sus antecedentes y formación.