¿Cómo evoluciona la Afasia?


  • Hablar y comunicarse Una afasia producida por un ACV o una lesión cerebral generalmente mejora a medida que van pasando los días. Normalmente, no esperamos que el lenguaje de un paciente empeore sino por el contrario, que se vaya recuperando, pero en raras excepciones la afasia puede empeorar. El factor determinante en estos casos es la misma causa de la afasia del paciente (tumor o Afasia Lentamente Progresiva, Enfermedad de Alzheimer). A veces el estado afásico de un paciente puede parecer peor que en otras ocasiones, pero la fatiga, la depresión o el estrés emocional puede hacer que el paciente perezca más afásico que antes. Muy importante es comenzar la rehabilitación, en forma intensiva, lo más pronto posible.


  • Caminar y moverse Los pacientes afásicos tienen generalmente alguna incapacidad del lado derecho del cuerpo; puede ser parálisis total del brazo y la pierna derechos, o solamente falta de coordinación o debilidad de ese lado del cuerpo. A veces hay parálisis del lado derecho de la cara. En algunos la parálisis existe sólo durante algunos días o semanas después de la lesión encefálica del paciente.  Algunos pacientes afásicos tienen problemas visuales como resultado de su lesión cerebral (hemianopsia). Este problema puede ser corregido o compensado mediante la concientización por parte del paciente de dicho déficit. La parte motora de brazos y piernas será abordada por especialistas en kinesiología y terapia ocupacional.


  • Personalidad y ánimo Con frecuencia se producen cambios en la conducta y en el ánimo. Muchos pacientes afásicos se fatigan más fácilmente que antes de producirse la afasia. Otros se distraen con facilidad, se interesan menos por los amigos y aficiones, se irritan más, tienen mayor dificultad para recordar sucesos recientes, tendencia a reír y llorar y a magnificar hechos insignificantes. Algunos pacientes afásicos no se interesan por su aspecto personal y otros demasiado. Algunos presentan cambios de personalidad inmediatamente después de la lesión, los cuales desaparecen más tarde. Muchas características de personalidad aparentemente “nuevas” son a veces simplemente rasgos y características que el paciente podía controlar mejor antes de sufrir la lesión cerebral. Por ejemplo, un paciente afásico puede mostrar cólera y frustración muy fácilmente aunque antes haya revelado tales sentimientos con poca frecuencia. Un individuo muy puntual y cumplidor puede tener exigencias exageradas al respecto después de volverse afásico. Otro factor importante a tener en cuenta es la aparición de depresión. Los familiares tienden a pensar que los estados depresivos del paciente son consecuencia de la pérdida de independencia, de la imposibilidad de comunicarse y moverse libremente, y en general, de su cambio de vida. Esto parecería lógico pensarlo así, pero cuando la depresión torna a ser permanente, y/o va acompañada con otros síntomas (pérdida de apetito, insomnio, pérdida de interés) debe consultarse al médico para su tratamiento farmacológico. Estos cambios lo hacen parecer a veces muy diferente ante sus familiares y amigos, pero siempre será tratado como adulto y no como un niño.
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